A tolerance that no longer distinguishes between good and evil would become chaotic and self-destructive, just as a freedom that did not respect the freedom of others or find the common measure of our respective liberties would become anarchy and destroy authority.
...Sólo que Judas, Platero, es el diputado, o la maestra, o el forense, o el recaudador, o el alcalde, o la comadrona; y cada hombre descarga su escopeta cobarde, hecho niño esta mañana de Sábado Santo, contra el que tiene su odio, en una superposición de vagos y absurdos simulacros primaverales.