A few minutes ago every tree was excited, bowing to the roaring storm,
waving, swirling, tossing their branches in glorious enthusiasm like
worship. But though to the outer ear these trees are now silent, their
songs never cease. -John Muir, naturalist, explorer, and writer (1838-1914)
Una franja en la que se mezclaban el naranja y el amarillo prendía fuego al cielo,
espléndida e inesperada, tan espectacular como los fuegos artificiales, aunque
cambiaba a un ritmo majestuoso y apenas perceptible. Tally estaba descubriendo que
así era la naturaleza. Peligrosa o bella. O ambas cosas a la vez.